27 febrero, 2013

Hablar por la radio

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Pocas veces en la vida he querido algo tanto como ser locutora. Recuerdo mi alegría y mi alivio el día que supe que estudiaría Periodismo: la tranquilidad mía y de mi madre de saber que iría a la Universidad era razón suficiente. Pero sé que aquella alegría no sería ni remotamente la felicidad que sentiría si lograra hacer locución. 

No paro de imaginarme frente a un micrófono hablando y hablando. Estoy loca por escucharme por la radio, de casualidad, mientras camino por la calle, y ver que hay gente atendiendo y comentando… Es un sueño que sé que puedo cumplir, y creo que eso es lo mejor de todo. Hay tantas aspiraciones que sabemos que no lograremos… pero sé que esta no es una utopía, sé que puedo hacerlo bien, por eso espero con desespero la oportunidad de probarme. 

Pero no una oportunidad de media hora, de un día, de cubrir unas vacaciones… Quiero mis días, mi tiempo, la vida en un estudio de radio, con un director y un operador de testigos, y uno, aunque sea un oyente a quien lo que diga le sirva de aliento y compañía. 

Quiero morirme de frío en ese pequeño espacio donde el aire te hace creer que no estás viviendo el verano de Cuba, quiero temblar del nerviosismo de hacer lo que me gusta y querer que salga bien, quiero ser parte de la magia de la radio. 

No importa que me falte tanto por aprender: lograr la cadencia donde va, no dejar las ideas abiertas, no omitir sonidos, articular lo suficiente… ay dislalias, ay grupos fónicos, ay golpes de estacato, ayyyy. Pocas veces en mi vida he querido tanto algo. Y mira que disfruto mi trabajo de editora de una página web, pero esto es más, mucho más. Que no me cuestionen mis colegas y amigos del gremio. Pero yo quiero ser locutora. Quiero hacer locución.

7 comentarios to “Hablar por la radio”

  • 27 de febrero de 2013, 10:24
    Norberto Martinez Miranda says:

    Creo que ya lo eres, robale el microfo a cualquier locutor de Radio Mambi y con el mayor desenfado comienza a realizar tu anhelo...

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  • 27 de febrero de 2013, 11:32
    Dariela says:

    Hola, Norberto, gracias por confiar en mí, y créeme que he pensado en métodos similares, jajaja. Gracias por seguir conectado con lo que no te había dicho...

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  • 28 de febrero de 2013, 7:03
    Armando Arsenio Céspedes Calderín says:

    Hola. no te diré nada nuevo o desconocido.
    La radio suele ser parte de la vida
    estar en ella es una magia
    esa que solo se conoce cuando se tiene un micrófono
    en la mano
    cerca de la bocay totalmente amarradoa a los sentimientos
    sabe que del otro lado
    laguien te escucha
    te aplaude, te admira te censura
    es la fachada tu voz
    es tu andar lo que dices
    trata de que te crean
    si no es asñ
    abandona a tiempo la radio
    para que te crean cree en tí misma

    para que te admiren
    haz lo mismo con quienes te escuchan
    no pierdas lo sensato de conversar con esa gente
    que ama o te odia según seas tçu
    la radio es más que un medio
    es un mundo
    una verdadera tela de araña
    que cuando te fascina no te deja marchar.
    !Qué pena aquellos que la maltratan!

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  • 28 de febrero de 2013, 7:07

    Sí, Céspedes, esa es la idea, sé que la radio es magia pero también reto. Gracias por el consejo.

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  • 28 de febrero de 2013, 8:33
    LooCo says:

    bueno hija felicidades por ti, yo precisamente dejé la radio por el temor de "escucharme" hablando por la radio.

    admiro a quienes lo hacen, paciencia, tranquilidad y conocimientos se necesitan para ser locutor, más allá de la técnica, que definitivmente no lo es todo.

    pienso que es una importante profesión, brinda compañía en las largas noches de aquellos que viven en soledad, informan en las agitadas mañanas de quien desayuna en familia antes de ir para la escuela o el trabajo, y también entretienen aquel -y lamentablemente cada día menos- que escucha la radio por la buena música o por informarse.

    el locutor es una importante pieza en la orquesta que es la radio, difícil oficio de quien tiene un día que anunciar la noticia más feliz de la jornada, y minutos después, casi llorar contando la muerte de alguien querido.

    por eso respeto mucho la profesión, muy temida por mi, al igual que es el magisterio, porque tiene que construir tantas realidades, y no con la imagen, la mímica o un data show, sino con la voz.

    roba, como dice norberto, el micrófono a alguien, y ponte a hablar, y mientras, como aliciente, grábate y reproduce tu voz en un mp3 mientras caminas hacia yu emisora jajajaja

    ojalá y sustituyas algún día o te adueñes de un espacio y lo hagas tuyo, talento, paciencia, una dulce voz y cultura no te faltan.

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  • 28 de febrero de 2013, 8:46

    Ayyy mi Chino bello, que lindo cierre. Ojalá y mi profesor pensara como tú, jajajaja. La verdad es que me da mucho miedo, no creas, sé que es una profesión difícilísima, y en efecto, es técnica pero también empatía... Sé que algún día seré una buena locutora tendré mi espacio, algún día, no importa cuándo, pero ese día llegará, y gracias de nuevo por creer en mí. Ojalá estés cerca y disfrutemos juntos.

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  • 26 de octubre de 2018, 6:45
    Anónimo says:

    Y a la vuelta de los años he ahí tu sueño realizado. Una buena materialización de la añeja sentencia de que para triunfar hay que perseverar. Felicidades, LOCUTORA.

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