18 marzo, 2013

Beethoven, Cats y congas: un concierto de palo pa´ rumba

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Me costaba imaginar a una orquesta de provincia interpretando nada menos que una selección de Cats y la Quinta Sinfonía de Beethoven. No era por restarle méritos a la Sinfónica de Oriente, pero era enorme el reto de hacer el gran éxito de Broadway y la obra más conocida del compositor alemán. Pero sí. Lo hizo y con el desenfado y la maestría con que tocan los grandes. Impresionante la presentación del sábado en la noche en la Sala Dolores.


No dudo que haya sido idea del director Jorge López Marín, un villaclareño loco por la música que compartió esta vez el escenario con los de Santiago de Cuba. Era realmente atrevido el repertorio, y por si fuera poco, mezclarlo con congas y caringas. Como diría él mismo, era como “ir de palo pá rumba, pero esta vez de sinfonía a congas”.



La Orquesta lo hizo excelente. No hubo nota mal puesta ni sonido atrasado que empañaran el espectáculo. Los artistas disfrutaron el momento y demostraron que un conjunto de su tipo no es solo buena dirección. Extremadamente difícil y bella, interpretaron la Quinta Sinfonía de Beethoven en su versión original, con todo el rigor y la destreza que implica.


Jorge López Marín, por su parte, dirigió con admirable soltura. Desechó partituras y apeló a una impresionante memoria rítmica durante todo el concierto. Coreografío con las manos las piezas interpretadas mientras invitaba a los músicos a soñar junto a él. Parecía salirse del estrado. El espacio le quedaba pequeño.


No menos sorprendente fue la actuación de María Isabel Prado con selecciones de Cats. Atrevido el repertorio que incluyó Macavity y el clásico Memory, y con el cual deslumbró a los presentes. Ayudó su experiencia como cantante lírica, y al estilo Broadway nos reafirmó que había valido la pena salir de casa para verla actuar.


El concierto de la Sinfónica de Oriente cerró con tres piezas del maestro López Marín, dos congas y una caringa de su autoría, todas con atractiva sonoridad y buen gusto, pero que hubieran brillado más sino hubieran tenido que competir con el precedente de los clásicos interpretados. Pero el público ya estaba alerta, la presentación iba de palo pa´ rumba, o mejor dicho, de sinfonías a congas.


Exceptuando la mezcla, la presentación del sábado fue impresionante. No hizo falta regresar al siglo XIX para escuchar la obra más conocida del compositor alemán, ni ir a Broadway para ver Cats. En la prensa la reseñarían como “de lujo”. Yo me quedo con especial.

2 comentarios to “Beethoven, Cats y congas: un concierto de palo pa´ rumba”

  • 18 de marzo de 2013, 10:39
    LooCo says:

    Coincido contigo en que me pareció bastante pretensioso una gala donde se mezclara un clásico de Beethoven, una selección de temas del teatro musical Cats y congas, una liga extraña, pero igual de llamativa.
    Aunque te confieso que Beethoven me aburrió en grado extremo, quizás por desconocimiento, o porque pertenezco a una generación que no se educó en esta estética, la cual me parece completamente ajena.
    También confieso que las congas interpretadas por la orquesta sinfónica me parecieron falta de sabor, como ese dulce casero que se fabrica industrialmente, que pierde su saborcito a “leña”, que la hace asquerosamente riquísima y apetecible. Definitivamente, como buen santiaguero, una conga sin corneta, tambores y el toque de quinto, no me hace bailar.
    Y que decir de María Isabel del Prado, esa soprano a la que desconocía por completo, hizo su mejor esfuerzo por interpretar los temas de Cats, obra que nunca he podido ver, pero ella (para mí) supo interpretar magistralmente, haciendo gala de un virtuosismo que desconocía existiese en Santiago de Cuba, ojalá y un día en la Sala Dolores se interpretara más el teatro musical, incluida Cats, y de seguro iría a ver.
    En cuanto a la mezcla “de palo pa rumba”, no me encantó, tampoco me desagradó.
    De manera general, una vez ratifico que existe en mi ciudad un talento oculto –al menos para lo ha estado por mucho tiempo- que atestigua que la urbe es más que conga, y me complació de manera especial ver una sala llena, sinónimo de que hay un buen arte, que sin ser masivo, tiene sus seguidores.

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  • 18 de marzo de 2013, 11:03

    Chinito gracias por el comentario, a mi me encantó el concierto, parece que más que a ti, jaja. De todas formas coincido en lo del talento oculto que hay en nuestra ciudad, y ojalá salga y se deje ver, y otros sean capaces de verlo, eso es igual de importante. Y las congas... bueno el arreglo para orquesta las hacía interesantes y diferentes. Yo ciertamente disfruté el concierto. Gracias por estar siempre atento a lo que no te había dicho.

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