Me gustaría tener una emisora propia. Le buscaría un nombre
muy divertido y jamás le haría un plan temático mensual. La llenaría de gente
buena onda, que aún sin el timbre agradable y la buena dicción lograra
acompañar y entretener.
Mi emisora no necesitaría a directores y locutores y
operadores y asesores y guionistas por separado, sino a musicalizadores que
supieran dirigir, y a directores que supieran locutar, y a locutores que
supieran musicalizar y dirigir.
En mi emisora no habría producciones musicales con 72 horas
de antelación, ni cantantes prohibidos o moderados. Permitiría más diálogo con
el oyente y menos lectura de guión, trataría de complacer más, ya está bueno de
sugerir. Dejaría que la gente creara y disfrutara la posibilidad de hacer el
arte de la radio.
¿Quién quiere ser parte de mi emisora?